Este precioso pura raza, nacido el 8 de abril de 2005, llegó a Sueños del Temple tras ser rescatado por su mal estado y el poco interés que despertaba debido a los melanomas que cubren parte de su cuerpo. Su cuerpo mostraba las cicatrices del abandono… pero sus ojos seguían brillando.
Con carácter y mucho encanto, OPIO es todo un conquistador entre las yeguas, pero también un compañero noble y cariñoso.
Vivía descuidado en una cuadra, con los cascos dañados y sin apenas atenciones.
Hoy, libre y feliz, es es el primero en relinchar al amanecer, el “guaperas” de la manada y el padre adoptivo de NOA, a quien cuida y protege con ternura.
Le encantan las caricias, los mimos y la compañía humana. En él se resume la esencia de Sueños del Temple: la nobleza le hace caballo.