Nacida en el año 2000, NANA ha recorrido demasiados caminos y conocido demasiadas manos, no todas amables.

Su vida estuvo marcada por el maltrato físico y emocional: perdió un ojo, arrastra cicatrices en el cuerpo y llegó al refugio muy delgada, con el corazón herido.

También sufrió el dolor de que le arrebataran a su bebé antes de tiempo, lo que le provocó una gran ansiedad y desconfianza hacia las personas.

Pero un día, un ángel se cruzó en su camino, y gracias a él, NANA llegó a Sueños del Temple. Una niña de tan solo 12 años luchó por ella hasta conseguir salvarla de una muerte segura, y la trajo al refugio. Si quieres conocer mejor esta historia puedes verla AQUI.

Hoy vive tranquila, rodeada de cariño, y ha vuelto a confiar. Se ha adaptado de maravilla y pasa sus días junto a su inseparable amigo Yayo, con quien comparte la calma y el sol del refugio.

Su mirada, aunque solo con un ojo, refleja todo lo que ha superado: una historia de dolor que se transformó en amor y libertad.